17 de junio de 2010

La escarcha sobre los hombros

Por lo que veo en el pie de imprenta, en el 2006 este libro iba ya por la novena edición; a saber cuántas llevará ahora, pero está claro que es todo un best-seller, al menos para los estándares altoaragoneses. A Lorenzo Mediano lo conocí con Donde duermen las aguas, un libro que me gustó leer pero al que le encontré unas cuantas pegas. Este otro librito llevaba un tiempo esperándome en casa, pues se lo regalaron a mi hermano hace un par de años, y aproveché mi última visita a Barbastro para empezarlo.

Me ha gustado mucho; desde luego, mucho más que el otro libro que he leído de Mediano. Como en este, la acción se desarrolla en Biescas de Obago, un pueblo ficticio del Pirineo aragonés, en la década de 1930. Ramón es un valiente y obcecado pastor que decide rebelarse a su destino cuando se da cuenta de que, debido a su posición social, nunca podrá casarse con la mujer de la que se ha enamorado. A través de los ojos del maestro del pueblo nos adentramos en una sociedad cerrada, injusta, a veces cruel, en la que la casa a la que uno pertenece tiene mucha más importancia que los deseos de las propias personas. Poco a poco la trama avanza ofreciendo al lector un retrato de la sociedad rural altoaragonesa de no hace tantos años, y sin decaer el ritmo un instante culmina en un final inesperado.

Dejo aquí una cita, algo larga, que me ha gustado mucho y resume un poco los temas que toca el libro:

«Aquí, en las montañas, los sentimientos alcanzan una fuerza y una pureza incomprensibles para los que hemos nacido en una ciudad. Porque en las ciudades también nos enamoramos, o ambicionamos; pero apenas han pasado cinco minutos vemos un escaparate, o tenemos que pensar en nuestro trabajo, o nos atrae el último suceso político. Por esta causa, nuestro amor y nuestro odio no son sino un pálido reflejo de lo que podrían ser.

»En cambio, para los hombres y mujeres de estas tierras, no existen distracciones, no hay ni escaparates, ni radio, ni periódicos; sus corazones pueden inundarse de lo que contienen. Los sentimientos en las ciudades son como trigo que crece en un campo descuidado, que tiene que competir con multitud de malas hierbas y que por eso no da sino unos pocos cuartales; en cambio, los sentimientos en estos pueblos son como un frutal al que se estercola, se poda, se labra para que ni el más mínimo cardo le robe el alimento. Aquí no te cae alguien antipático: se le odia a muerte; ni te encaprichas de una mujer: se la ama con locura. Por un amigo, morirías; por una ofensa, matarías.»

Título: La escarcha sobre los hombros | Autor: Lorenzo Mediano
Fecha inicio: 13.06.2010 | Fecha fin: 15.06.2010

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